Niños olvidados en Mongolia
En Ulán Bator. Mongolia, Septiembre de 2008. En pleno siglo XXI más de tres mil niños desamparados viven todavía como ratas bajo el subsuelo de la ciudad. Huérfanos de cariño y parias de las cloacas se resguardan, como topos, del duro clima y de la indolencia ajena en el vetusto y fétido sistema de saneamiento y calefacción Mongol.
Desheredados de la ciudad y jerarquizados en comunas infantiles del subsuelo, comparten con los roedores los despojos de una de las capitales más pobres de Asia. Bagii, un niño rata, nos cuenta su historia, que acaba de ser publicada en el Daily Pilot.
Hola. Me llamo Bagii. Es lo único que tengo; un nombre. El resto lo comparto con mis compañeros. Bueno, a veces también comparto incluso el nombre; otro Bagii [Nyamdavaa] vive en una arqueta en el ramal oeste a cuatro codos de aquí, y alguna vez ha venido a basurear con los nuestros.
Desheredados de la ciudad y jerarquizados en comunas infantiles del subsuelo, comparten con los roedores los despojos de una de las capitales más pobres de Asia. Bagii, un niño rata, nos cuenta su historia, que acaba de ser publicada en el Daily Pilot.
Hola. Me llamo Bagii. Es lo único que tengo; un nombre. El resto lo comparto con mis compañeros. Bueno, a veces también comparto incluso el nombre; otro Bagii [Nyamdavaa] vive en una arqueta en el ramal oeste a cuatro codos de aquí, y alguna vez ha venido a basurear con los nuestros.
Todos somos excrementos de nuestras familias, fusilados por la violencia doméstica, acabamos compartiendo presente y pasado, pero no hablamos del futuro más allá de la comida que buscar mañana… .Reciclar botellas de vodka es un ingreso seguro. Algunos dicen que nos resguardamos del frío, pero nos guarecemos, sobre todo, de los adultos a los que llamamos “dioses” por su tamaño y fuerza. Mendigos, borrachos y ladrones de nuestras pequeñas fortunas que abusan de su natural ventaja para expoliarnos día a día.
La escarificación de nuestros cuerpos es la prueba de azotes y palizas de estos adultos y adolescentes abusones como castigo por la negación a su sometimiento. Una trozo de cristal es suficiente para estampar su firma en nuestro cuerpo. Nos marcan como su ganado para ganarles su pasto. Nuestro actual hogar es un practicable de unos 40 metros cuadrados, y cuatro salidas directas a la calzada. Siempre tiene un palmo de agua por fugas del sistema, pero estamos acostumbrados a saltar y brincar como ardillas entre basura, ratas y tuberías.
La escarificación de nuestros cuerpos es la prueba de azotes y palizas de estos adultos y adolescentes abusones como castigo por la negación a su sometimiento. Una trozo de cristal es suficiente para estampar su firma en nuestro cuerpo. Nos marcan como su ganado para ganarles su pasto. Nuestro actual hogar es un practicable de unos 40 metros cuadrados, y cuatro salidas directas a la calzada. Siempre tiene un palmo de agua por fugas del sistema, pero estamos acostumbrados a saltar y brincar como ardillas entre basura, ratas y tuberías.
uyyyy que denso ... mientras en casa tenemos nuestras camitas calientitas.,, se deberia hacer algo
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